jueves, 27 de marzo de 2008

EL TAO


El Taoísmo es una vía espiritual milenaria genuinamente china. Se le ha considerado una de las más puras expresiones de la sabiduría oriental, la cual conserva hasta nuestros días, la fuerza y el resplandor de sus orígenes.

A lo largo de la historia, el taoísmo ha ejercido una enorme influencia sobre la cultura, la ciencia y las artes en la antigua China. La herencia taoísta es notoria sobretodo en disciplinas como la medicina, farmacología, astrología, psicología, la geomancia y la alquimia.

En cuanto a las artes, ha dejado su huella indeleble en la poesía, la caligrafía y las célebres pinturas chinas de paisajes, donde se puede ver la veneración y el respeto sagrado por la naturaleza, propios del Taoísmo.

También tuvo notable influencia política en la historia del Imperio Chino, ya que encontró excelente acogida en varias dinastías imperiales, figurando entre sus adeptos numerosos emperadores. Muchos de ellos mostraron especial interés por las doctrinas del Tao e incluso tuvieron maestros taoístas.

Se suele considerar a Lao-Tse como el fundador pero en realidad se trata de una vía espiritual más antigua cuyos orígenes se pierden en los mismos inicios de la civilización china.

Aunque existe una infinidad de traducciones e interpretaciones para la voz del Tao, ninguna de ellas resulta enteramente satisfactoria, ya que se limitan a destacar algún aspecto de esa realidad polivalente e ilimitada, que es el Tao.

Es un término complejo que escapa a ese afán que tiene la mente occidental de sistematizar. Por su parte, los taoístas lo han llamado: el Origen, el Misterio, el Uno, el Espíritu del Valle, la Hembra Misteriosa, el Misterio de los Misterios, el Ser-No-Ser, el Ello y el Todo.